Description

Se trata de un retrato protocolario de la reina revestido de una fuerte carga simbólica que lo vincula a Granada y su Universidad. Con motivo de su visita a la ciudad, en octubre de 1862, la Universidad le regaló, junto a otros presentes, una corona copia de la de Isabel la Católica. La reina, en agradecimiento, encargó a su pintor de cámara Luis de Madrazo (Madrid, 1825 - 1897) un retrato con alusiones a la ciudad y a los regalos recibidos.

A su llegada a la Universidad la obra sustituyó, en la presidencia del Paraninfo, el retrato de la reina copiado por José Arguelles del original de Federico de Madrazo para la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Con la Revolución de 1868 el lienzo es ubicado a las dependencias del rectorado. El traslado, en 1981, del rectorado desde el Colegio de San Pablo, llevó esta obra a Hospital Real, donde actualmente se encuentra. En 1995 la obra fue depositada en el Museo de Bellas Artes de Granada durante un breve periodo de tiempo.

Isabel II posa de pie, ligeramente girada a su derecha, viste de blanco, con traje de seda y encaje, sobrefalda y larga cola. Luce la banda de la Orden de Carlos III y porta la corona real así como unas magníficas joyas: collar, pendientes y brazaletes de perlas y esmeraldas. En la mano derecha, descubierta, lleva el cetro, mientras en la izquierda, enguantada, sostiene el otro guante y un pañuelo de encaje.

La figura se recorta sobre un cortinaje granate que, abierto a la derecha, deja ver el Patio de los Leones. A la izquierda aparece un trono tapizado en terciopelo rojo y a la derecha, sobre una mesa cubierta de terciopelo rojo, se encuentra la corona y el cojín bordado en oro regalados por la Universidad. 

Madrazo, que resuelve esta obra con técnica impecable de esmerada ejecución y correcto dibujo, no escatima elementos suntuarios y decorativos, y atiende tanto a la precisión del vestido, encajes y joyas, como a la caracterización del personaje, con especial atención a la intensidad expresiva del enérgico rostro de la joven reina moderadamente tierno pero noble y distante a la vez.